8 Jesus Had a Human Body/Jesús Tenía un Cuerpo Humano

Jesus Is Human (Part 4)

Here we have in mind the Apostles’ Creed’s claim that:

[Jesus] suffered under Pontius Pilate,

Was crucified, died, and was buried.

In these words, the creed attributes certain experiences to Jesus that would only have been possible if he was truly a physical human being.

According to accounts of Jesus’ arrest and crucifixion in Matthew 27, Mark 15, Luke 23, and John 18–19, Jesus suffered under Pontius Pilate in a variety of ways. He was flogged, forced to wear a crown of thorns, spit on, mocked, repeatedly struck in the head with a staff, and forced to carry his own cross part of the way to the place of execution.

Jesus’ sufferings, crucifixion, death and burial demonstrated that he was a real man with a physical human body — one that could be beaten, one that could bleed, one that could be abused by soldiers, one that could collapse under exhaustion, one that could be killed, and one that could be buried in a tomb when his soul had left it.

And having a real human body was critical because the justice of God required that a genuine human being suffer physical divine judgment to atone for the sins of humanity. We find this emphasis in places like Romans 7:4, Colossians 1:21-22, and Hebrews 10:10. As just one example, listen to these words from Hebrews 2:14-17:

Since the children have flesh and blood, he too shared in their humanity so that by his death he might … make atonement for the sins of the people (Hebrews 2:14-17).

As this passage makes clear, Jesus had to be flesh and blood, a physical human being, in order to make atonement for us.

Reflection: Why did Jesus have to suffer and die? How does it make you feel because Jesus suffered and died for YOU?

Jesús tenía un cuerpo humano

Jesús es humano (Parte 4)

Aquí tenemos en mente la afirmación del Credo de los Apóstoles de que:

[Jesús] sufrió bajo Poncio Pilato,

fue crucificado, murió y fue sepultado.

Con estas palabras, el credo atribuye a Jesús ciertas experiencias que sólo habrían sido posibles si fuera realmente un ser humano físico.

Según los relatos del arresto y la crucifixión de Jesús en Mateo 27, Marcos 15, Lucas 23 y Juan 18-19, Jesús sufrió bajo Poncio Pilato de diversas maneras. Fue azotado, obligado a llevar una corona de espinas, escupido, escarnecido, golpeado repetidamente en la cabeza con un bastón y obligado a llevar su propia cruz parte del camino hasta el lugar de ejecución.

Los sufrimientos, la crucifixión, la muerte y la sepultura de Jesús demostraron que era un hombre real con un cuerpo humano físico: uno que podía ser golpeado, uno que podía sangrar, uno que podía ser maltratado por los soldados, uno que podía derrumbarse por el cansancio, uno que podía ser asesinado y uno que podía ser enterrado en una tumba cuando su alma lo había abandonado.

Y tener un cuerpo humano real era fundamental porque la justicia de Dios exigía que un ser humano genuino sufriera el juicio divino físico para expiar los pecados de la humanidad. Encontramos este énfasis en lugares como Romanos 7:4, Colosenses 1:21-22 y Hebreos 10:10. Como ejemplo, escuche estas palabras de Hebreos 2:14-17:

Puesto que los hijos tienen carne y sangre, él también participó de su humanidad para que, con su muerte, pudiera ... expiar los pecados del pueblo (Hebreos 2:14-17).

Como queda claro en este pasaje, Jesús tuvo que ser de carne y hueso, un ser humano físico, para poder hacer expiación por nosotros.

Reflexión: ¿Por qué tuvo que sufrir y morir Jesús? ¿Cómo te hace sentir que Jesús sufrió y murió por ti?